CAMPANARIO
Durante la Edad Media fue una torre exenta de madera, ubicada en un cerro para poder controlar bien los valles de este territorio. En este momento histórico era importante disponer de mecanismos para localizar, ver al enemigo y avisar de lo que estaba ocurriendo; por esta razón las cumbres más altas estaban coronadas por fortines, torres, almenaras o castillos. Mediante esta torre llegaban a los pastores, que estaban en los valles, los mensajes procedentes del Castillo de Palombeiro, situado en la Sierra de Santa Bárbara, y de las otras fortalezas existentes en toda la línea defensiva que se extendía por la Sierra de Francia, la de Gata y de la Estrella en Portugal.
En el entorno de esta torre exenta, unos pastores fueron construyendo sus majadas dando lugar a una pequeña aldea, que posteriormente pasaría a llamarse Casar de Palomero en honor al Castillo de Palombeiro. A finales de la Edad Media se reformó con piedra seca y sillería, reforzada con barro para poder soportar las campañas; pasando de esta manera a ser el campanario de la Villa. En su interior, hasta mediados del siglo XX, había una vivienda ocupada por el campanero del pueblo por ser el encargado de tocar las campanas.